Limpiar correctamente una bicicleta
Todos nuestros consejos para la limpieza y el mantenimiento de la bicicleta con el objetivo de hacer durar todo lo posible y para el buen funcionamiento de los componentes
Siempre es un placer conducir una bicicleta limpia, funcional y ajustada a la perfección. Para que tu nueva bici no envejezca demasiado rápido o para que tu vieja bici siga siendo tu fiel compañera, es importante limpiarla y mantenerla con regularidad.
La suciedad de la intemperie, los restos de la carretera o el polvo en general pueden tener un efecto abrasivo en las piezas de tu bicicleta y afectar a su rendimiento. Aunque esto no suele ser peligroso, es posible evitar el envejecimiento prematuro de ciertas piezas.
La regla es simple: limpia tu bicicleta según el ritmo de tus salidas y lubrica después de la limpieza, los componentes necesarios antes de volver a ponerte en marcha.
Preparación antes de limpiar
Limpiar la bicicleta en función de su uso
Para un uso intensivo, como el ciclismo de montaña, gravel y carretera, es aconsejable limpiar la bicicleta después de cada salida. Y si además la bicicleta duerme en casa con nosotros, hay que limpiarla a menudo.
Para un uso normal, la regularidad de la limpieza es importante, si usas la bicicleta todos los días, lávala cada semana, si sólo la usas unas pocas veces a la semana, límpiala cada mes y así sucesivamente.
El objetivo es evitar una acumulación excesiva de suciedad durante un periodo prolongado. Así con este criterio podemos saber con que regularidad limpiar la bicicleta
Qué material utilizar para limpiar y en qué orden
La limpieza es la misma para todos, con diferentes grados de aplicación. En primer lugar, veamos los productos necesarios para el cuidado de la bicicleta:
- Un cubo
- Un paño limpio y seco
- Un juego de cepillos específicos para bicicletas
- Esponjas
- Productos de limpieza como sprays, pulverizadores para bicicletas o toallitas limpiadoras y desengrasantes
- Desengrasante
- Lubricante para bicicletas, grasa y aceite para cadenas
Encontraras productos de limpieza imprescindibles de las marcas Oxford y Weldtite:
Preparación de la bicicleta
Para que la limpieza sea eficaz, hay que intentar mantener una secuencia lógica, de modo que todos los pasos se sucedan sin interrumpir al siguiente. Este es el plan de ataque:
Fijar la bicicleta:
Debes colocar la bicicleta en un lugar limpio, adecuado y con espacio suficiente para que puedas moverte sin impedimentos. Un soporte o pie para bicicletas, es lo ideal. Si no tienes, dale la vuelta a la bicicleta o apóyala en una pared.
Quita algunos accesorios y componentes:
Para una limpieza más eficaz, lo mejor será retirar las ruedas de la bicicleta. Podemos usar un soporte de cadena para mantener la cadena en su sitio a la vez que podemos hacer girar los pedales al limpiar y acceder a todas las partes del pedalier y la cadena. Si no dispone de este soporte, desmonte las ruedas y deje que la cadena cuelgue suavemente.
Como no, debemos retirar todos los accesorios que puedan impedir una correcta limpieza y acceso a todas las partes de la bici o incluso que puedan dañarse. Por ejemplo: bidón de agua, alforjas, luces, ciclocomputador...
La limpieza
Un primer enjuage general
En primer lugar, si sacas tu bici del desván o si está escondida bajo 5 cm de barro, empieza por enjuagarla para eliminar la mayor parte de la suciedad. El objetivo es que todas las piezas queden a la vista para que el desengrase posterior sea eficaz. El desengrasante funcionará mejor si no hay barro, si la suciedad está empapada en agua y lista para salir o si el polvo del invierno ha desaparecido. Una vez que hayas eliminado la mayor parte de la suciedad, límpiala con una manguera o una esponja con el cubo: siguiente paso.
Desengrasar componentes
El objetivo no es frotar fuerte. Se trata más de llegar a todos los rincones y parte por parte de los componentes que lo requieren, es decir, de los componentes de la transmisión.
Aplica un desengrasante de tu gusto o el multiusos WD40 con un cepillo de cerdas suaves
- En los piñones traseros: no dudes en frotar un poco, dar toda la vuelta y dejar al menos 5 minutos (el tiempo de hacer el resto).
- En los platós
- En el cambio trasero
- Para la cadena: hay dos métodos posibles:
-O bien con un cepillo y frotamos la cadena mientras se giran los pedales.
-O con una máquina limpiacadenas que frota sin necesidad de moverla la parte superior, inferior e interior de la cadena a la vez, de forma precisa y eficaz, mientras giramos los pedales
Lo dejas 5 minutos hasta que el desengrasante haya hecho efecto. Si tienes grandes depósitos de grasa negra, no dudes en dejarlo actuar un poco más.
Primer aclarado
Una vez que el desengrasante haya disuelto la grasa, aclare. Insiste en las zonas donde has puesto el desengrasante para que se evacue. Mejor si tienes la manguera o la karcher a mano (ten cuidado de no ejercer demasiada presión, ya que podrías dañar algunos componentes), o rociando agua con el cubo.
Limpieza fina
Una vez enjuagada toda la moto, deberías haber eliminado la suciedad principal, el barro, las marcas negras y el polvo. Ahora tendrás que fregar. Nada mejor que un buen producto de limpieza con un cepillo adaptado a los elementos a limpiar, tu esponja y tu cubo para el cuadro y las partes más grandes y accesibles.
- Piñones y platos traseros = cepillo duro
- Bujes = cepillo redondo
- Cadena y platos = esponja
- Radios y ruedas = esponja
- Bastidor, pinzas de freno, accesorios = esponja
- Lugares inaccesibles y rincones viciosos = cepillo redondo
También puedes ver nuestro vídeo sobre cómo limpiar la transmisión de tu bicicleta:
Segundo y último aclarado
Es importante aclarar bien para evitar dejar residuos de desengrasante o limpiador en la moto. A largo plazo tendrán los mismos efectos nocivos que la suciedad. Así que no desperdicies el trabajo que acabamos de hacer. Aclara a fondo, o ahorrando agua de forma eficiente: de arriba abajo.
Secar la bicicleta
Esto puede parecer trivial, pero el secado es esencial. En primer lugar, seca cuidadosamente la cadena, las manetas y los desviadores. A continuación, limpia el cuadro para evitar que queden restos visibles. Esto evitará la oxidación y el daño prematuro de las piezas. Si vas a volver a coger la bicicleta inmediatamente, seca la banda de frenado y las pastillas.
Truco para las MTB : sostener la bici en posición vertical delante nuestra (sobre la rueda trasera) y hacerla saltar para expulsar el agua.
Para todas : Comprueba que los orificios de drenaje bajo la bici están desbloqueados para que salga el agua.
En esta fase tu bici debería estar ya reluciente, pero aun debemos continuar con una fase clave para su buen funcionamiento.
Lubricación y engrase
La cadena
Una vez que tu bicicleta esté seca y perfectamente limpia. Necesitas lubricar algunas piezas, especialmente la transmisión. Para ello necesitas un aceite especial para cadenas, a ser posible de silicona. Estos aceites especiales tiene la particularidad de penetrar profundamente en los eslabones y así protegerlos mejor, al mismo tiempo que intentan evitar coger polvo.
El aceite debe gotear levemente (no verter en exceso) sobre la cadena mientras esta se mueve suavemente. No olvides mover la cadena sobre todos los piñones y platos para que el aceite se distribuya a todos los niveles. Gira la cadena hacia delante y hacia atrás para que penetre mejor en los eslabones.
Una vez lubricada, debemos retirar el aceite sobrante para evitar la acumulación de suciedad y no hacer de la próxima limpieza una pesadilla. Sujeta un buen trozo de papel absorbente o un trapo con la mano alrededor de la cadena (sin apretar en exceso), ahora haz girar los pedales para que toda la cadena pase por el trapo eliminando así todo el exceso de aceite.
Para proteger tu cuadro de los posibles saltos de cadena, existe un protector de vainas de licra y poliéster que se fija fácilmente con una tira de velcro.
Otros elementos a lubricar
Para las demás partes de la bicicleta puedes utilizar un lubricante para bicicleta a base de teflón o el polivalente spray WD40. Solo una gotita en partes móviles de la transmisión. Recuerda que el exceso de aceite solo hará que acumulemos más suciedad.
Cables y fundas:
Vierta una gota de aceite a la entrada y salida de las fundas de freno de freno y cambio. Accione los mecanismos para introducir y extraer el aceite. Esto proporciona más flexibilidad, protección contra la humedad y, por tanto, longevidad.
Los cierres rápidos:
Pon una gota de aceite en el lado donde pivota la palanca. Esto evitará que se atasque durante un día y, sobre todo, aumenta el par de apriete. Para las ruedas, la tija del sillín y la bisagra central (bicicleta plegable).
Los cambios:
Debes lubricar las articulaciones y los muelles, pero no utilices demasiada cantidad, con una gota es suficiente.
Los frenos:
Una gota en el pivote de la pinza de freno (bicis de carretera).
Si tienes freno hidráulico, no hay partes que lubricar a primera vista, salvo si quieres una gota en la articulación de la maneta. En caso de sospechar o ver que se hubieran contaminado los discos de freno con el aceite usado en la bicicleta, puedes utilizar el limpiador de frenos de disco biodegradable para eliminar los restos de líquido de frenos.
Las pinzas de los frenos hidráulicos requieren una limpieza menos habitual, pero más exhaustiva y delicada que veremos en otro artículo
Una vez realizados todos los pasos, la bicicleta está lista para su uso en perfectas condiciones. ¡Bravo!
Aquí encontrará todos los productos de los que hemos hablado en este artículo en la categoría Productos de limpieza y mantenimiento.